El escritor siciliano Elio Vittorini, en las notas de viaje escribía de “Cerdeña como una niñez”, con alusión a la niñez del mundo, a una tierra todavía primordial, salvaje como en los origines.
El novelista inglés David H. Lawrence en “Mar y Cerdeña” describía una tierra y un pueblo arcaico aún no corrompido por el envilecimiento de las relaciónes humanas. Creémos que es este el aspecto más importante y peculiar de nuestra isla y del carácter de su gente, algunas veces ruda pero leal.
Hasta en el desarrollo de su historia notamos que es la prehistoria la que se manifiesta más poderosa, con su cultura megalítica que se expresó con los monolitos, los dolmens, templos arcaicos de purificación y las millares de torres nurágicas, mientras que la historia ha dejado huella indeleble en la belleza del arte humano sobre todo en las iglesias románicas de los siglos XI-XII-XIII y en los retablos góticos del siglo XV y XVI. Los artistas sardos han sido especialmente escultores,acostumbrados a confrontarse con la piedra, inspirados por los monumentos megalíticos y las rocas erosionadas por el viento.
El presente proyecto cultural persigue ante todo preservar las tradiciones,la memoría, caracter de un pueblo, además de los monumentos y las obras de arte. Pero esencialmente tiene que proteger ese patrimonio que es la naturaleza, cofre de la bellezza del mundo que en Cerdeña resplandece con su fuerza arcaica.