El escritor siciliano Elio Vittorini, en las notas de viaje escribía de “Cerdeña como una niñez”, con alusión a la niñez del mundo, a una tierra todavía primordial, salvaje como en los origines.
El novelista inglés David H. Lawrence en “Mar y Cerdeña” describía una tierra y un pueblo arcaico aún no corrompido por el envilecimiento de las relaciónes humanas. Creémos que es este el aspecto más importante y peculiar de nuestra isla y del carácter de su gente, algunas veces ruda pero leal.